Desde los inicios de la Hermandad hasta el presente Milenio.

FUNDADORES1Es el 30 de Mayo de 1948 cuando se inician las gestiones para la erección de la hermandad, pero no será hasta el año 1955 cuando esta se funde en la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves (vulgo de Santa María la Blanca) por D. Alfonso Retamero García, D. Eugenio Hernández Bastos, D. Luis Morales Lupiañez, D. José María Palacios Avellaneda, D. Francisco y D. Juan Carrero Rodríguez, D. Ángel López Lamillán, D. Manuel Tello González, D. Diego Sánchez, D. José Santizo León, D. José López Prieto, D. Rafael Jiménez Cubero, D. Cosme García Alexandre, D. Vicente Gómez Guillén, D. Braulio Ruiz Sánchez, D. Rafael Martínez Retamero y D. Miguel López Rincón.

Este grupo de cofrades tenía como elemento aglutinador a D. Eugenio Hernández Bastos, canónigo de la S.I. Catedral de Sevilla y profesor de la asignatura de Religión en la Escuela de Comercio en la vecina calle Madre de Dios. Los actos religiosos del curso de la Escuela de Comercio se celebraban en la vecina Iglesia de Santa María la Blanca bajo la dirección de D. Eugenio, y fue allí donde nace el germen de la hermandad.

Se decidió dar culto al pasaje evangélico que marca la traición de Judas Iscariote a Nuestro Señor, momento iconográfico que, hasta entonces, no había estado representado en la Semana Santa de Sevilla; y a su Santa Madre en la Advocación de Rocío, tomada de la plegaria y oraciones de Pentecostés, y así mismo una advocación nueva de María para la Semana Santa; tomando como santos titulares también a San Fernando (al haberse iniciado las gestiones para la constitución de la hermandad en su festividad, el 30 de mayo) y San Lucas Evangelista (por ser el que narra la escena de la traición en el huerto de Getsemaní – Lc: 22,47).

Desde el principio, estaba concebida la idea de hacer una Hermandad Penitencial y el 6 de junio de 1955 son aprobadas las primeras Reglas de la Hermandad por el Cardenal D. José María Bueno Monreal, en las cuales se estipulaba como día de salida penitencial en la Madrugada del Viernes Santo. Hasta la aprobación de estas primitivas Reglas, la Hermandad tuvo unos comienzos difíciles, ya que muchos cofrades de la época estaban reticentes ante la idea de la aprobación de nuevas hermandades, argumentando que «ya habían demasiadas y la dificultad de incorporarlas en la carrera oficial». También hay que tener en cuenta que en estos años de posguerra había habido una efervescencia de creación de nuevas hermandades (la Paz en 1939, San Gonzalo en 1942, Santa Marta en 1948, Los Javieres en 1955 y Santa Genoveva en 1956, así como la reorganización de la Vera Cruz en 1942). A pesar de la oposición de grandes nombres en el mundillo de las hermandades de esa época (con ataques abiertos en la prensa local) las reglas se aprueban en la fecha indicada previamente.

Poco después, el 9 de Junio de ese mismo año la hermandad hace su primera «aparición pública» como tal, acudiendo una representación a la procesión del Corpus con una bandera concepcionista cedida por la Hermandad del Cristo de Burgos, varas de la Hermandad de las Nieves y veinte hermanos con cirios; esta representación estaba entre las hermandades de la Madrugada, ocupando el último puesto de ese día.

No anduvo remisa en sus decisiones, y como prueba de ello, antes de las dos semanas, el 24 de Junio de aquel año, celebró el primer cabildo, tras haber nombrado hermano mayor honorario perpetuo al cardenal don José María Bueno Monreal, al que ofreció costear una beca en el seminario.  El día 27 de ese mismo mes, hubo una misa de Acción de Gracias por la constitución de la Hermandad en la que predicó don Santos Bustos Sáez, párroco de San Nicolás. De aquel cabildo salió el primer hermano mayor, dos Cosme A. García Alexandre, y la primera Junta de Gobierno, que tomó posesión en el Cabildo Extraordinario de Oficiales del 3 de Julio. Junta de Gobierno que se vio muy alterada a lo largo de su corto mandato, pues las dificultades a vencer produjeron nervios y tensiones que trajeron consigo dimisiones y cambios de cargos.

Rocio originalEn el mismo cabildo se tomó el acuerdo de encomendar al escultor don Antonio Castillo Lastrucci una talla de candelero de la Virgen del Rocío dolorosa, que sería la titular de la Hermandad.

El contrato se suscribió con fecha de 6 de Agosto -todo contrarreloj- y fue suscrito por el artista y en nombre de la hermandad por el mayordomo Francisco Justo Nieto Pérez. Los principales términos del contrato eran la entrega de la imagen no más tarde de tres meses, desde su firma, y el precio de 10.000 pesetas, a pagar a comodidad de la corporación, pero antes de la entrega de la imagen.

Ante la escasez de medios económicos, se organizó la emisión de unos títulos reintegrables de 100 ptas. (0’60€), para que los suscribieran hermanos y simpatizantes, y las primeras 1.000 ptas. (60€) recaudas le fueron entregadas al escultor antes de iniciar el trabajo en los primeros días de Julio.La Redención Fotografía antigua (2)

Realmente los presentes y algunos otros hermanos, en repetidas ocasiones sugirieron al escultor como debía ser la Virgen: cara más o menos redonda, hacia donde debía dirigir la mirada, que los ojos fueran como los de determinada dolorosa hispalense, etc, produciendole un verdadero agobio, llegando a actuar casi coaccionado y sin permitirse dar rienda suelta a su acreditada inspiración. La talla era bella pero no se parecía al aspecto que ofrece hoy, debido a las sucesivas modificaciones que ha sufrido, posteriormente. Castillo Lastrucci tuvo el gesto de entregar a la Hermandad un donativo de 2.000 ptas. (12€), por lo que el importe líquido de la talla se redujo a 8.000 ptas. (48€).

El escultor terminó la imagen el 15 de Octubre de 1955, dentro del plazo convenido y se expuso en la Casa Rectoral de Santa María la Blanca y fue bendecida por el Cardenal Arzobispo Bueno Monreal el 4 de Diciembre en el templo sede, actuando como padrinos el Gobernador Civil D. Alfonso Ortí y Meléndez Valdés y su esposa doña Pilar Morente; al que acudieron al acto treinta y tres hermandades penitenciales de Sevilla.

A principios del año 1956, el taller de bordados «La Esperanza», bajo diseño de Rafael Jiménez Domínguez, realiza el estandarte de la corporación. Los primeros cultos ordinarios fueron celebrados los días 16 al 18 de Marzo, consistentes en un Triduo a los Titulares, en el que predicó el padre Demetrio de Barcelona, mientras don Eugenio Hernández Bastos lo hizo en la primera Función Principal de Instituto, celebrada el día de San José (19 de Marzo).

La Hermandad estuvo presente en la Semana Santa, mediante una representación revestida con la actual túnica de la comitiva del paso de palio, en la Hermandad de los Gitanos, por establecer las Reglas que se había de efectuar la salida en la Madrugá. Por primera vez la corporación, mediante esa representación, realizó la Estación de Penitencia.

En Cabildo se reconoció la imposibilidad de salir de la sede de Santa María la Blanca. Se buscó nueva sede. Y se puso el punto de mira en la Iglesia de la Misericordia, junto al Pozo Santo. Se consiguió la autorización de la Junta Privincial de Beneficiencia a la que pertenecía y se solicitó a Palacio el traslado que fue concedido. Esta decisión causó malestar en el barrio, pues se había encariñado con la Hermandad.

Pero poco a poco se fueron convenciendo los hermanos, tanto de la dificultad de mantener la sede en Santa María la Blanca como de la salida en la Madrugá. Pese a no disponer más que de la talla mariana, valientemente se tomó la decisión de salir en la próxima Semana Santa. Cuando fue solicitado, la Vicaria General del Arzobispado lo denegó, causando la indignación de la Junta de Gobierno en trance de dimisión.

Antes de cesar en sus funciones, la Junta había acordado encargar a Castillo Lastrucci las tallas del Señor y de Judas. El precio del grupo había sido convenido en 25.000 ptas. (150 €), de las que 4.000 ptas. (24€) se entregaron a la firma y el pago del resto se preveía a razón de 500 ptas. (3€) mensuales.

Traslado Misericordia a SantiagoEl 13 de Marzo de 1958 nacería la Junta o Comisión Gestora, que presidió don Eugenio Hernández Bastos. Simultáneamente recibió  la Hermandad la autorización de la Mitra para su traslado a la Iglesia de la Misericordia, que realizó el Viernes de Dolores, 28 de Marzo, en procesión, llevando a la Virgen en unas andas, siendo bendecida, en la nueva sede, la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Redención. Cinco días después, 2 de Abril, el Miércoles Santo, por tercera vez, una representación de nazarenos realizó la Estación de Penitencia. En esta ocasión en las filas de la vecina Hermandad del Prendimiento.

judas1Por primera vez, en la Iglesia de la Misericordia, se celebra un triduo a los Titulares seguido de una Función Principal el 18 de Mayo, y el 1 de Junio es expuesta la Virgen en besamanos.

La Junta tomó en serio su misión y se propuso salir el siguiente año. Barajándose ya los detalles de la primera salida, se consideró que, por varias circunstancias, no encajaba la salida en la Madrugá y se pensó primero en el Sábado Santo, que desechó por estimar que no es día adecuado para el paso de misterio, después en el martes, que también se abandona, para decirse por fin el Lunes Santo, lo que acepta y aprueba la Mitra, por decreto de 22 de Diciembre.

Ya en el año 1959 por fin llegó el Lunes Santo, 23 de Marzo cuando a las 17:15 horas se producía la salida de la Cofradía, con tan sólo el paso de Misterio y una comitiva de 82 nazarenos con túnicas nuevas y antifaz morado. Los candelabros del paso fueron cedidos por la Hermandad de la Divina Pastora de Triana. Mandaba el martillo la familia Ariza y el acompañamiento musical venía a cargo de la Banda de CCyTT de la Policía Armada.

 

 

Fotografías de la primera salida procesional en el año 1959

El Lunes Santo de 1960, se realizó la Estación de Penitencia de nuevo con el paso de Misterio sólo. Este año, fue comandado por Vicente Pérez Caro y lo siguió haciendo 17 años más. En esta ocasión la banda acompañante fue la de Tejera que cobró 3.700 ptas. (22€). La Virgen quedó en la Iglesia de la Misericordia hasta el Domingo de Resurrección, en que trasladada a Santiago en unas parihuelas portadas por hermanos. Al llegar al templo, don Eugenio anunció que saldría en paso de palio al año siguiente.

Se acometió la empresa con toda intensidad y celeridad. Se confió en el orfebre Jesús Domínguez Vázquez para las piezas de metal. Don José María Ibarra Gómez donó una corona para la Virgen realizada por José Jiménez.

El Domingo de Ramos de 1961, pese a todo, no se sabe cómo, se presume que milagrosamente, apareció la Virgen resplandeciente en su paso. Fue bendecido por el Prelado, en un templo totalmente lleno. Fueron padrinos de la ceremonia S.A.R. doña Dolores de Borbón y su esposo, dos Carlos Chías, con asistencia de representaciones de muchas hermandades, incluida la Matriz de Almonte, así como del Ayuntamiento de dicha población onubense.

Al día siguiente, la Virgen del Rocío dolorosa, por primera vez, callejeó por Sevilla, para realizar la Estación de Penitencia. Fue un acontecimiento dentro y fuera de la corporación y constituyó la nota destacada de aquel Lunes Santo. La banda de Música del Ejército del Aire acompañaba al paso de palio y estrenó seguidamente la marcha procesional «Rocío del Cielo» compuesta por el organista de la Catedral de Madrid don José María de la Mancha, dedicada a la titular.

 

 

 

Primera salida procesional de María Santísima del Rocío

En el año 1962 las nuevas Reglas son aprobadas por la autoridad eclesiástica, como cambio más notable con las anteriores es mencionable el cambio de día de salida de la estación de penitencia; que pasa de la madrugada del viernes al Lunes Santo.

Ya en el año 1963 tras varios años de gestiones, se nombra a la Hermandad Matriz de Almonte, Hermana Honoraria de la corporación. Para recordar dicha efeméride se regaló un pergamino a la hermandad almonteña y a cambio ésta entregó un cuadro conmemorativo con una fotografía a gran tamaño de la Virgen del Rocío. El día 8 de marzo de ese mismo año, Lunes Santo, se estrenó los candelabros de cola del palio, obra de Lorenzo Jiménez y Rueda con diseño de los ángeles mancebos de la base de Buiza.

Un año más tarde se realiza la obra de la puerta de la Iglesia a la entonces Plaza López Pintado, hoy llamada Plaza Jesús de la Redención. Hasta entonces la estación de penitencia se realizaba por la puerta de la Calle Lanza.

En 1965, junto a las demás hermandades sevillanas, la hermandad de la redención participa en las Misiones Generales, fruto evangelizador del espíritu del Concilio Vaticano II en el que la iglesia se acerca a los más necesitados en una forma misional. Para el éxito de esta efeméride, se pide ayuda a las hermandades, aportando las mismas su imágenes para presidir los centros misionales en las zonas periféricas de la ciudad. La Hermandad lleva a Nuestro Padre Jesús de la Redención, en un furgón, al centro Misional no 5 de la zona 7, que estaba situado en la barriada de Nervión en la calle Madre María Teresa, en el Colegio de Santo Domingo Savio para presidir un altar. El regreso se realizó en procesión, produciéndose el emocionante momento de su visita a la Iglesia de Santa María la Blanca, su primera sede.

Durante este año, una vez transcurrida la Semana Santa, Francisco Buiza Fernández fue encomendado para retocar el rostro de la Santísima Virgen y afinarlo, retallando la mascarilla y encarnándola nuevamente.

 

1965 cEntre los años 1966, 1967, 1968 y 1969, la Hermandad estrena diferentes enseres, entre los que cabe destacar la peana, los ciriales, faroles de cruz de guía, juego de jarras y Guión de San Fernando realizados por los Hijos de Juan Fernández, una saya para la Virgen de los Sobrinos de Elena Caro.

La novedad del año 1970 fue la cesión realizada por el Arzobispado a la Hermandad de la Iglesia de Santiago, por decreto de 15 de Mayo «en uso y perpetuamente», lo que, por un lado, supuso una satisfacción y, por el otro, la constante preocupación de los costos de mantenimiento, habida cuenta del estado en que se hallaba el templo.

En 1971, en el mes de Junio, fue entronizado en el altar del Sagrario la imagen de Ntro. P. Jesús de la Redención. Y ese mismo año, ante unas discrepancias surgidas con el taller de Guillermo Carrasquilla, en el bordado del palio, se le retiró y se encomendó su terminación a los sobrinos de José Caro.

Entre los años 1972 y 1975 no se viven novedades extraordinarias, desarrollándose la vida de la Hermandad con toda normalidad. Únicamente puede señalarse que en 1974, el escultor Buiza hizo un nuevo candelero para la Santísima Virgen. Toda la actividad de la corporación estuvo concentrada durante estos cuatro años en el bordado del palio.

En el año 1976 estrenó la Santísima Virgen una saya realizada con el traje de luces que regaló a la Hermandad el torero Juan Belmonte. Estrenos pasados por agua ese Lunes Santo. En Noviembre, el arzobispado cederá la casa anexa al templo.

El año 1977 vendrá marcado por el estreno del palio totalmente terminado y también por el deteriorado estado en que se encontraba la Iglesia de Santiago como consecuencia de las obras realizadas en casas colindantes, llegando a estar en peligro de desplomarse el muro y el retablo de la capilla del Sagrario, que hubo que apuntalar.

Tan temerario era permanecer en la Iglesia que incluso fue suspendido el besamanos de la Virgen. Se consiguió asilo en Santa Catalina y el traslado se hizo en procesión el 25 de febrero, portando a las imágenes titulares, en sendas parihuelas. Allí fue recibida por la Hermandad de la Exaltación que ofreció toda clase de facilidades.

La Estación de Penitencia de este año, al igual que los tres siguientes, se realizó desde Santa Catalina, mientras duraron las obras de la Iglesia de Santiago, que fueron costeadas totalmente por la Hermandad.

D. Eugenio Hernandaz BastosEn 1978 se producen varios hechos históricos, la medalla de oro de la hermandad se le es concedida a D. Eugenio Hernández Bastos (uno de los miembros fundacionales de la hermandad y por muchos años motor de la misma), reconociéndole así su entrega y sacrificios perpetuo durante su presidencia en la Junta Gestora.

En el año 1979, el paso de misterio es portado por primera vez por hermanos costaleros. Y este mismo año se convocan elecciones, dando así fin al período regido por la Junta Gestora de más de veinte años, el 12 de Junio.

1980 fue el año en que la Hermandad cumplió las Bodas de Plata y lo celebró con todo fasto. Afortunadamente, por otro lado, las obras del templo de Santiago, solería incluída, se habían concluído.

La corporación organizó una serie de cultos y actos culturales en honor de sus Titulares, entre los que destacó una Solemne Función religiosa conjunta con las imágenes Titulares de la Hermandad de la Exaltación. La contemplación en su altar del Cristo de la Exaltación junto a la Virgen del Rocío, y en otro al Señor de la Redención con la Virgen de las Lágrimas, quedó grabada para siempre en la memoria de los presentes y en la historia de ambas hermandades.

Como fin a los actos, se celebró el traslado a su templo sede, recién restaurado, con una procesión por las calles del barrio, que visitó el Convento de las Hermanas de la Cruz, finalizando el recorrido en torno a las 2 de la madrugada de aquel 19 de Octubre.

Tres años más tarde se produce un verdadero hito histórico en la hermandad con la fusión con la sacramental de la iglesia de Santiago que data del siglo XVI, pasando la hermandad a estar encargada de los cultos sacramentales de la iglesia y la incorporación del rico patrimonio de esta hermandad. A partir de entonces hay un cambio de reglas y título de la hermandad, incluyendo también un cambio en el escudo de la misma, (estas reglas no fueron aprobadas hasta 1986), la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Redención pasa a la capilla sacramental de la iglesia. Ese mismo año el Real e Ilustre Colegio de Médicos de Sevilla es nombrado Hermanos de Honor de la Corporación saliendo a partir de entonces una representación del mismo en su estación penitencial a la catedral. Dicho colegio desde entonces ha dado generosas donaciones a la hermandad, como el retablo cerámico de los titulares que está en el exterior a la entrada del templo.

Nuestro Padre Jesús de la Redención en 1983
Nuestro Padre Jesús de la Redención en 1983

El 4 de marzo de 1984 fue el Jubileo del Año Santo de la Redención, por este motivo hubo una procesión extraordinaria en la que se llevó en unas parihuelas a Nuestro Padre Jesús de la Redención a la catedral para los actos celebrados para dicho Jubileo. Por este motivo y como dato anecdótico, los seises bailaron ante el Señor de la Redención, siendo esta la única circunstancia en la que se conoce que los seises hayan bailado ante una imagen de Cristo.

El resto de la década de los 80 y principios de los 90 esta marcada por el continuo enriquecimiento de la hermandad, y destacable es el hecho del robo sacrílego que se produjo en la misma, viéndose la corporación obligada a reparar y sustituir las preseas robadas. Y también es destacable que el 10 de febrero, en Cabildo General Extraordinario, se concedió a D. Eugenio Hernández el título de Hermano Mayor Honorario Perpetuo y la bendición el 14 de mayo 1989 de la nueva Casa de Hermandad, un edificio colindante al templo de Santiago, dicho acto coincide con el domingo de Pentecostés.

En el año 1993 con motivo del XLV Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Sevilla, la Caja San Fernando celebró una exposición en su sede principal denominada «Luz de los pueblos», allí se puso una Alegoría Eucarística utilizando para ella los apóstoles del misterio vestidos con túnicas blancas: San Pedro, San Juan, Santiago, Sto Tomás y San Andrés.

En el Cabildo Extraordinario del año 1997 se aprobó la total integración de la mujer en la hermandad, pudiendo así acceder a todas aquellas actividades que hasta entonces estaban reservadas para los hombres, desde realizar estación de penitencia hasta desempeñar cualquier cargo en la Junta de Gobierno. En 1998 salen por primera vez hermanas nazarenas.