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CARTA DE NUESTRO HERMANO MAYOR

A MIS HERMANOS DE LA HDAD. DE LA REDENCIÓN.

Muy queridos hermanos míos. En primer lugar,enviaros mi más sincero deseo de que estéis bien de salud y de fuerzas, tanto ustedes como vuestras familias y animaros a seguir con paciencia, donde debemos estar,en nuestras casas. La conciencia y responsabilidad así nos dicta para volver a la normalidad lo antes posible.

En plena cuaresma, con nuestra Función Principal de Instituto celebrada y en el principio del reparto de papeletas de sitio, nos arrolla esta pandemia llamada Covid-19. Jamás hubiésemos pensado ni en el peor de nuestros sueños lo que nuestras vidas tendrían que vivir desde ese día en adelante. Tantoestamos pasando que me atrevería a decir que ha quedado en un segundo plano la suspensión de las procesiones en Semana Santa y nuestros Cultos pendientes de realizar, y pasamosaun primer asunto de mucha importancia:nuestras vidas, nuestras economías, nuestros puestos de trabajo, nuestro país, nuestra Sevillay cómo podremos remontar esta crisis catastrófica que se nos avecina.

Hermanos, el Sol siempre sale, siempre.

Y saldrá algún día, seguro.

Dónde veamos oscuridad, agarraos con fuerza a la mano del Señor de la Redención y si nos caemos, no preocuparos, Ella, la Virgen del Rocío os levantará.

Los verdaderos héroes de esta historia somos nosotros con la ayuda y la fe en Ellos.Podemos estar orgullosos del ejemplo que estamos dando en estas horas de confinamiento en nuestras casas. Hemos comprendido a la perfección lo que tenemos que hacer y ya vendrán más cuaresmas y más Lunes Santos.

Este, nos tocará vivirlo de otra forma. No habrá bullas, no saldrán los pasos, pero Ellos sí estarán con nosotros como todos los días del año. Los hermanos del Rocío los llevamos dentro, en nuestros corazones y en nuestras oraciones.

Como dice nuestro Papa Francisco “Ser feliz no es un cielo sin tempestades. Ser feliz es encontrar la fuerza del perdón, esperanza en las batallas y seguridad en el palco del miedo.”

Ampliemos nuestros corazones a lo que ya somos los de la calle Santiago: gente sencilla, humilde, risueñay que recibimos a todos como Él nos enseñó, con las manos abiertas.

Deciros que el Lunes Santo celebraremos la Santa Misa como siempre ha sido. Si sigue existiendo el estado de alarma vigente la trasladaremos a vuestros hogares por nuestras redes oficiales, como venimos haciendo con la misa de Hermandad de los lunes y haremos D.M. el próximo día 27 de marzo con nuestro Vía Crucis.

Me llena de orgullo deciros la cantidad de llamadas que recibo devosotros dándonos ánimos, sintiéndose más fuertey con más seguridad con lo que estamos viviendo, con más fe, expresándome los rezos que realizáis con tanto amor y cariño al Señor y a la Virgenen vuestras casas. Nos estáis pidiendo masivamente sacar vuestra papeleta de sitio aunque no realicemos la estación de penitencia el próximo Lunes Santo.

Se me llenan los ojos de lágrimas al escuchartantas y tantas llamadas con un mismo fin, decir a boca llena el orgullo de creer en Ellos, de pertenecer a esta Hermandad, las ganas de volver a Santiago y el amor incondicional a nuestros Sagrados Titulares.

Seguimos. Siempre utilizo esta palabra, pero ahora más que nunca hermanos.

Seguimos…

Porque lo vamos a conseguir, seguimos porque vamos a ganar esta batalla, seguimos porque un día más en casa es un día menos para alcanzar la meta, seguimos por nuestras familias, seguimos porque Jesús de la Redención sabemos que está con nosotros, seguimos porque María Santísima del Rocío es la que nos guía y seguimos porque amamos la vida y la queremos vivir.

Hermanos, llegará ese día en el cual volveremos a reunirnos ante la mesa del Altar, en nuestra hermandad,en nuestra iglesia de Santiago, en nuestra casa. Será un día radiante, todos juntos en comunión, felices por estar allí con nuestros amados Titulares… y volveremos a decirles a la cara todos los piropos del mundo, darles las gracias y los vivas que hagan falta y sobre todo pedirles que nos den mucha fuerza para seguir.

Ellos siempre están con nosotros, no lo dudéis nunca.

Llevarlos siempre en vuestras oraciones.

Viva la gente que va ganar esta batalla

Viva los hermanos de la calle Santiago.

Viva Nuestro Padre Jesús de la Redención y

Viva la bendita Madre de Dios, María Santísima del Rocío.

Vuestro Hermano. Manuel del Cuvillo Palomino